martes, 13 de octubre de 2009

Una Vida Sin Huida

Esta es una familia caritativa.
Rafael, el padre, hacia fuertes donativos a los centros de Alcohólicos Anónimos.
Rocío, la madre, que apoyaba en la iglesia y cada vez que podía daba charlas de capacitación a las personas drogadictas que se encontraban “Entre la espada y la pared”.
Benito, el hijo menor, le gustaba acompañar a su madre a la iglesia.
Y Margarita, la hija mayor, asistía a las charlas de su madre, pero no para apoyar en la charla, sino para ser parte de ella.
Pues en esta familia, no todo era felicidad, no todo era bondad, ni caridad, sino que también ocultaban un pasado…
…un pasado que ni el mismo sacerdote de aquella iglesia pudiese imaginar…
Todo empezó hace mas de 15 años cuando Rafael, en el loco intento de afanar a Rocío trato de besarla, y como estaba “pasado de copas”, sin darse cuenta cometió un gran error.
Rafael había abusado sexual y psicológicamente de Rocío. El no podía creer cuanto daño le había causado a la persona que amaba. Porque cuando se “emborrachaba” era otra persona, totalmente distinta a la que solía ser…
Rocío no puso denuncia alguna, no salía de su casa y eso que ya habían pasado 5 meses.
Y es que…desde aquel día, Rocío ya no era la misma…
Los rumores de su barrio decían que estaba embarazada y cuando esto llego a oídos de Rafael, hizo todo lo posible para que la gente no siga hablando de Rocío a sus espaldas.
Le pidió matrimonio para poder llevársela muy lejos, donde al menos olvide esos recuerdos que marcaron su vida para siempre…Ella acepto.
Pues ya no quería seguir encerrada en su habitación y además ella pensaba que todavía sentía algo por él. (LO CUAL ES ALGO ILOGICO, PORQUE ¡LA VIOLO!! Y ALGO ASI NO SE PERDONA ¿O SI?)
Dos meses después, cuando ya se encontraba muy lejos de su hogar. Se le adelanto el parto, y su hija nació sietemesina.
Le puso de nombre Margarita. Sus vecinos nuevos le agarraron cariño a la bebita, pues había nacido mal formada, le faltaba un manita…

By-Tizziana Livia

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